Viernes 04 noviembre de 2022 | 14:04
Una a una los detectives fueron recogiendo las migajas que el grupo que atacó un centro de distribución de carnes en Quilicura dejó en el camino mientras huían. Desde el 19 de septiembre en adelante los policías comenzaron a reconstruir la ruta de escape de la banda que ahora fue detenida. Las cámaras de seguridad y la geolocalización de sus teléfonos terminaron siendo clave para dar con el paradero de los jóvenes autodenominados “antiespecistas” que ahora deberán enfrentar a la justicia.
“No pretendo librarme de las consecuencias de estos actos suplicando misericordia o apelando a la conciencia de la sala, porque si este sistema tuviera conciencia yo no estaría aquí, en mi lugar estarían todos los carniceros, vivisectores y los granjeros de pieles de todo el mundo”.
La cita corresponde al activista estadounidense por los derechos animales, Peter Young, y fueron utilizadas en la adjudicación del ataque incendiario que afectó, en Fiestas Patrias, a cinco camiones carniceros en Quilicura.
Infracciones de tránsito, georreferenciación de sus celulares el día del ataque y vínculos de amistad en redes sociales antecedieron a su caída. Todos serán formalizados por el delito de incendio.
LA ADJUDICACIÓN
Los hechos se remontan a las 03:50 de la madrugada del 19 de septiembre de este año, cuando, de acuerdo a las pesquisas de la Fiscalía Metropolitana Centro Norte, el grupo prendió fuego a cinco camiones de la empresa Carnes Susaron.
Nueve días más tarde, el ataque era reivindicado por el Grupo de Respuesta Animal, en el sitio Contra Info.
“Lo que nos convoca en este comunicado, es adjudicarnos la acción de asalto e incendio que afectó al frigorífico matriz de la empresa distribuidora de cadáveres descuartizados «Susaron» y sus camiones, en la comuna de Quilicura”, reza la declaración pública.
DOS MINUTOS COORDINADOS
Según fuentes consultadas por BBCL Investiga, lo primero que hicieron los detectives de la Policía de Investigaciones (PDI) fue revisar las imágenes de las cámaras de seguridad del centro de distribución de Susaron. Así pudieron constatar que a las 03:50 horas un sujeto de contextura delgada y rostro cubierto estaba ingresando al recinto.
Segundos más tarde hicieron lo propio un segundo individuo que portaba una mochila negra y un tercer sujeto portando una bolsa. La última en infiltrarse, a las 03:51 horas, fue la única mujer que integraba la agrupación.
Ella, de acuerdo con antecedentes tenido a la vista por BBCL, vestía un polerón negro con capucha que llamó la atención de los investigadores por sus grandes letras y figuras de color blanco.
Apenas un minuto más tarde las cámaras situaron a uno de los individuos de sexo masculino prendiendo fuego a los camiones que estaban aparcados en la parte sur del estacionamiento del recinto. Antes de retirarse del lugar, el hombre se aseguró de capturar imágenes de su accionar.
Instantes más tarde, la cuadrilla ya figuraba haciendo abandono de las instalaciones, no sin antes lanzar al aire panfletos con serias amenazas para quienes se dedican al rubro de la carne.
“Se amplía el ataque y vamos creciendo en atrevimiento, mente y peligrosidad. Cuidado que los grupos de intransigente beligerancia antiespecista están floreciendo como margaritas. Hoy atacamos esta empresa, mañana será a sus dueñxs y colaboradores de cualquier tipo. Para todxs ellxs pronosticamos plomo y esquirlas. Liberación animal sin consideraciones con quien se cruze (sic) por delante”, se lee en uno de los papeles.
MIGAJAS DE PAN EN EL CAMINO
A partir de un exhaustivo análisis de imágenes recogidas por al menos 16 cámaras de seguridad aledañas los policías pudieron reconstruir la que fue la ruta de escape del grupo.
Así, se pudo determinar que en principio huyeron a pie desde el sitio del suceso por avenida Manuel Antonio Matta al poniente, hasta la esquina de Lo Zañartu.
Fue recién allí, a 300 metros del sitio del suceso, cuando abordaron su medio de escape: un vehículo marca Hyundai modelo Getz de color gris que condujeron por no más de 10 minutos hasta llegar a su destino en la misma comuna de Quilicura.
Teniendo en consideración todos esos antecedentes, el círculo se iba cerrando cada vez más. La policía llegó a la convicción de que el domicilio donde estacionaron el automóvil era el mismo donde habían estado reunidos previamente esa madrugada antes de cometer el ataque.
En efecto, imágenes permitieron determinar que el Hyundai Getz llegó hasta el pasaje Curanipe de Quilicura a las 01:21 horas y salió rumbo hacia la planta de Susaron a las 03:25.
Así, se pudo comprobar que el domicilio en cuestión era propiedad del padre de Diego Rivas Moraga, uno de los hoy imputados. Además, gracias al aporte de antecedentes por parte de la concesionaria Autopista Central se pudo verificar la patente del automóvil, propiedad de Nicolás Meléndez Mac-Kenney, también detenido por su presunta participación.
INFRACTOR FRECUENTE
Además, según pudo averiguar este medio, una imagen capturada a las 01:10 horas de ese 19 de septiembre mientras el vehículo se trasladaba por Autopista Central muestra a Nicolás conduciendo junto a una mujer, quien sería su pareja y es la otra de los involucradas: Itamar Díaz Castro.
De acuerdo a lo informado por la concesionaria, el vehículo en el que se movilizaba Nicolás estaba catalogado como infractor frecuente, razón por la que existía abundante registro fotográfico.
Una vez identificados los domicilios de cada uno de ellos, los investigadores establecieron las identidades de los involucrados. Ello permitió, a su vez, conocer sus números de teléfono lo que derivó en la georreferenciación de los móviles. El resultado fue prácticamente el mismo que los seguimientos vía televigilancia: todos los celulares de los imputados fueron situados en el sitio del suceso a la hora de cometidos los ilícitos.
QUIÉNES SON LOS IMPLICADOS
Nicolás Guillermo Meléndez Mac-Kenney tiene domicilio en calle Carlos Antúnez en la comuna de Providencia. A su nombre está inscrito el vehículo Hyundai Getz gris que participó en el ilícito.
De acuerdo con antecedentes obtenidos por BBCL, en 2011 y en 2019 Nicolás fue detenido por Carabineros tras protagonizar desórdenes públicos. También fue aprehendido por el delito de amenazas simples en 2017, daños calificados y usurpación violenta en 2012 y los delitos de hurto simple en 2015, 2018, 2019 y 2022. Por último, estuvo como imputado en 2010 tras ser detenido por provocar destrozos y lanzar proyectiles contra un frigorífico camino a Melipilla, también en un afán pro-animal.
En su foto de perfil de Facebook aparece junto a Itamar Llare Díaz Castro, con quien mantiene una relación sentimental. “Antes no hay nada, después… un cataclismo, una cascada, una lluvia de estrellas. Mi compañera, mi horizonte, mi cable a tierra”, escribió junto a la fotografía.
En la red social menciona que realizó sus estudios en el Liceo de Aplicación y en la Universidad de Santiago (USACh).
En su cuenta se pueden ver diversas publicaciones que ha compartido que están ligadas a la causa animalista. “Quien es cruel con los animales no puede ser buena persona”, señala una imagen que subió en enero de 2019. Un mes después compartió una funa en contra de dos presuntos asesinos de un gato en Pudahuel. “Si no saludai a mi mascota, te podí ir cagando de mi casa al toque”, versa otro post que subió en mayo de ese mismo año.
Itamar, por su parte, tiene domicilio en calle La Bahía de Villa Francia, en la comuna de Estación Central y en 2017 fue detenida por Carabineros tras ser sorprendida con una bomba molotov.
En su foto de perfil tiene la misma imagen que tiene Meléndez Mac-Kenney. “Te amo infinitamente. Cada día a tu lado es una aventura más, en las cuales me embarco más feliz que la mierda versión sxe. El presente y el futuro contigo me son un regalo”, señala la publicación.
Diego Edgardo Rivas Moraga nació el 4 de febrero de 1996 en Santiago. El joven, de 26 años, es ingeniero de Ejecución Química y reside en el pasaje Curanipe de la comuna de Quilicura, quien registra denuncia por desórdenes públicos en 2015 y por hurto en 2018.
En la descripción correspondiente a su cuenta en Facebook se indica que estudió en el Colegio Palmares y en la Universidad de Santiago (Usach). En la misma plataforma queda de manifiesto que mantiene una relación de amistad con Meléndez Mac-Kenney, otro de los imputados en la causa.
Finalmente, Rodolfo Olivares Maulén tiene domicilio en calle Abranquil de Quinta Normal y registra detenciones por Carabineros por el delito de desórdenes en 2007 y 2013, además de una aprehensión por hurto en 2015 y 2016.